[Intro]
Madre mía, aquí estoy,
hablándote desde un rincón de mi soledad.
No fui perfecto, no estuve al final,
pero llevo en el alma tu amor inmortal.

[Verso 1]
Recuerdo tus manos, tus palabras de amor,
aunque la vida no fue fácil, nos diste calor.
Nos diste nombres llenos de ternura y bondad,
y en tus ojos siempre hubo sinceridad.

[Verso 2]
Cinco corazones llevaban tu luz,
cada uno marcado por tu amor y tu cruz.
Nos enseñaste a caminar entre sombras y sol,
y a ser fuertes en la vida, a luchar con valor.

[Verso 3]
Los años pasaron y la luz se apagó,
la demencia robó lo que el tiempo sembró.
Quisiste verme antes de partir,
y aunque no llegué, no dejo de sentir.

[Verso 4]
Me duele no haber estado a tu lado,
en ese momento que tanto habías deseado.
La decisión fue tomada, el mar te abrazó,
y yo desde lejos, en silencio lloró.

[Verso 5]
Sé que en el fondo tal vez me entendías,
la vida a veces no nos da lo que querríamos.
Pero aun así, madre, te llevo en mi ser,
aunque no lo demuestre, nunca te dejé de querer.

[Verso 6]
Mis hermanos estuvieron, y les doy mi gratitud,
porque en tu despedida mostraron su virtud.
Te cuidaron en tus últimos días,
y en su amor encontré también mi guía.

[Verso 7]
Siempre me dijiste que el dinero no es todo,
que en los momentos simples está el mayor tesoro.
Nos enseñaste a ser fuertes, a luchar sin parar,
aunque el mundo a veces nos quiso quebrar.

[Verso 8]
Ahora en el silencio, te pido perdón,
por no haber estado en tu último adiós.
Espero que desde el cielo puedas entender,
que aunque soy fuerte, madre, hoy vuelvo a ceder.

[Verso 9]
Le hablo al mar porque allí estás tú,
en cada ola que rompe siento tu luz.
Vela por nosotros, por los que dejaste aquí,
porque, madre, sin ti, el mundo es más gris.

[Outro]
Madre mía, Gloria, siempre en mi memoria,
tu amor es eterno, marcaste mi historia.
Descansa en paz, tu misión fue completa,
y aquí seguiré, honrándote hasta mi meta.